Las Palmas 0-1 Córdoba CF; Contento y desilusionado

Ya era hora, por fin ganamos, y encima fuera de casa. Hacía falta ya algún motivo para que los cordobesistas esbozaramos una sonrisa, aunque sea leve. Además de subirnos los ánimos, nos eleva algo la moral (nada difícil, la teníamos bajo tierra), y la ilusión, porque nos encontramos a 3 puntos del ascenso, con algunos partidos por jugar, y dos partidos seguidos en casa. Y, ¿Qué sería de este club sin la ilusión?

Ahora pensemos friamente, aunque no sea nuestra virtud. Hace cuatro días apenas nos comunican que el club se vende, esta vez a una empresa llamada SIGNUM. La cabeza visible la encontramos en un personaje bastante curioso, bautizado por algunos como el "cordobista". 

Justo después de cerrar el acuerdo, no hay nada más hasta ahora, pudimos escuchar una rueda de prensa donde De Aldama explicaba que tanto parte del consejo, como el cuerpo técnico, como todos los jugadores de la plantilla tienen el puesto asegurado hasta final de temporada. Justo después ganamos, y fuera de casa.

Evidentemente estoy contento con la victoria, soy cordobesista, y como tal, me alimento de ilusiones, y como ya he comentado antes, estamos cerca del ascenso y vienen dos partidos en casa, ante rivales más que factibles, el Girona primero y luego el Salamanca, ambos rivales muy directos en la lucha por la parte media-alta de la tabla.

Mi sentir ahora mismo está claro, contento porque parece que el club se va a estabilizar hasta final de temporada, pero desilusionado porque cada día mas vemos que el fútbol es puro negocio. Dentro y fuera del campo. Dentro del campo porque, ante problemas económicos los jugadores sufren una devaluación de sus habilidades. Y fuera, porque poco peso tiene un gran proyecto deportivo y ambicioso, ante otro proyecto que de lugar a la permanencia del enchufismo en el club, aunque este último carezca de índole deportiva alguna, nada más allá de la improvisación.